El cantante Gerardo Ortiz aceptó haber violado la Ley Kingpin de Estados Unidos tras participar en al menos seis conciertos organizados por Jesús Pérez Alvear, promotor vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo con la revista Rolling Stone, el intérprete cooperó con las autoridades y su declaración de culpabilidad permaneció en secreto mientras colaboraba con el FBI en la investigación contra su exrepresentante, Ángel Del Villar.
Del Villar, fundador de la disquera Del Records, enfrenta cargos por conspiración y lavado de dinero a favor del CJNG. Según la fiscalía, ignoró advertencias del FBI y convenció a Ortiz de continuar presentándose en eventos financiados por el crimen organizado. Documentos judiciales revelan que, pese a haber sido advertido en 2018 en un aeropuerto de Phoenix, Arizona, Ortiz realizó 19 conciertos más para Pérez Alvear.
Al declararse culpable, Gerardo Ortiz logró reducir su condena y se convirtió en testigo clave contra Del Villar, quien es juzgado en una corte federal de Los Ángeles. Su testimonio podría ser determinante en este caso, que sacude a la industria de la música regional mexicana.
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