Los caracoles pueden hibernar o estivar hasta por tres años para sobrevivir en condiciones adversas. Estas criaturas ajustan su ciclo de actividad y descanso según el clima, disminuyendo su metabolismo, frecuencia cardíaca y temperatura corporal durante estos periodos.
Un estudio de 2011, publicado en Journal of Experimental Biology, reveló que los caracoles tienen episodios de sueño que duran de 20 a 22 minutos y alternan entre siete periodos de sueño y estado activo durante 13 a 15 horas.
Sus «siestas» pueden durar hasta una semana, permitiéndoles mantenerse activos por largos periodos sin necesidad de compensar el sueño perdido